ISABEL RUBIO ARROYO | Tungsteno
Rusia ha desplegado delfines entrenados para proteger una base naval en el Mar Negro durante la invasión a Ucrania, según el Instituto Naval de los Estados Unidos (USNI, por sus siglas en inglés). No es la primera vez que se utilizan animales adiestrados o equipados con dispositivos durante un conflicto armado. Durante décadas los humanos han recurrido a animales marinos como las ballenas o las focas y otros como los caballos, los elefantes, las palomas o los perros tanto en guerras como en emergencias humanitarias. Analizamos qué papel han desempeñado estos animales para garantizar la seguridad, las comunicaciones o el transporte.
Delfines y ballenas adiestrados militarmente
Dos corrales de delfines fueron trasladados a la base del puerto de Sebastopol —la base naval más importante de Rusia en el Mar Negro— en febrero, el mismo mes que empezó la invasión rusa a Ucrania, según un análisis de imágenes satelitales llevado a cabo por el USNI. “Los delfines pueden tener la tarea de realizar operaciones de contrabuceo, un papel tradicional para el que tanto EE. UU. como Rusia han entrenado a los mamíferos marinos”, explican desde el USNI. Algo que en teoría podría evitar que las fuerzas de operaciones especiales ucranianas se infiltren en el puerto bajo el agua para sabotear los buques de guerra.
Rusia ya ha recurrido a delfines en otros conflictos, en ocasiones usándolos como espías con equipos de vigilancia adheridos a su cuerpo. De hecho, unas imágenes satelitales de 2018 revelaron que utilizó estos animales en su base naval en Tartús, en Siria, durante la guerra en este país. Además de delfines, Rusia ha recurrido en los últimos años a otros mamíferos marinos con capas más gruesas de grasa para mantenerse calientes en el norte del Ártico. Por ejemplo, las ballenas beluga y las focas. De hecho, en 2019 una ballena beluga con un arnés ruso apareció en el norte de Noruega. La agencia de inteligencia del país consideró que el animal probablemente había sido parte de un programa de investigación ruso, según la cadena BBC.
Pescadores de Noruega divisaron en 2019 una ballena beluga con un arnés preparado para llevar una cámara. Crédito: Ein Dahmer / Wikimedia Commons.
De camellos que transportan heridos a palomas mensajeras
Durante siglos, los humanos también han recurrido a todo tipo de animales en guerras como medios de transporte. Por ejemplo, durante la Primera Guerra Mundial, que tuvo lugar entre 1914 y 1918, los combatientes tenían grandes cuerpos de caballería y camellos para desplazarse, tal y como indica el Museo Imperial de la Guerra. Mientras que los caballos ganaban en velocidad, los camellos resistían mejor las condiciones en territorios desérticos y semiáridos. Ambos animales también se usaron para desplazar a heridos. A las ambulancias tiradas por caballos, se suman los camellos equipados con una especie de camillas a sus laterales para transportar a los lesionados a los puestos de socorro.
Otros animales como las mulas, los burros, los bueyes e incluso los elefantes se usaron tanto en la Primera y la Segunda Guerra Mundial para transportar cargas pesadas y ayudar en la construcción de carreteras y vías férreas. Tras esta última guerra, dos elefantes del circo de Hamburgo, llamados Kiri y Many, ayudaron a los alemanes limpiar los daños causados por los bombardeos.
Mientras tanto, las palomas y los perros han sido entrenados para llevar mensajes en este tipo de conflictos. Las palomas mensajeras desempeñaban un rol tan vital que durante la Primera Guerra Mundial la ley británica establecía que cualquier persona que matara o hiriera a una podía ser encarcelada o multada. Pero, si hay algo en lo que los perros han sido especialmente útiles, ha sido a la hora de localizar minas (como las ratas) u otros artefactos explosivos y en las labores de rescate. Gracias a su agudo sentido del olfato, son capaces de buscar soldados y civiles en peligro o que necesitan ayuda.
Una ambulancia tirada por caballos en el frente occidental durante la Primera Guerra Mundial. Crédito: Museo Imperial de la Guerra.
Perros de rescate y canarios en las minas de carbón
Precisamente por este motivo los perros también han sido de gran ayuda en otras catástrofes —como derrumbamientos de edificios o terremotos— a la hora de localizar víctimas. “Pueden detectar el olor de un humano vivo, incluso si el superviviente está enterrado en lo profundo de los escombros”, señala la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés). Las razas más comunes para este tipo de labores son labrador, pastor alemán, golden retriever, malinois y border collie.
Algunos animales también han sido usados para garantizar la seguridad en lugares como las minas, antes de que existieran los detectores electrónicos. Los mineros de Reino Unido solían introducir canarios en su interior para detectar posibles gases tóxicos. Estos animales son más sensibles que los humanos al monóxido de carbono y a otros gases venenosos. En 1890, John Scott Haldane, también conocido como el padre de la oxigenoterapia, sugirió que si los canarios enfermaban en la mina, eso daba a los mineros una advertencia para evacuar.
Mientras tanto, en otros lugares como Colorado (Estados Unidos), los mineros se fijaban en el comportamiento de los ratones, que eran bastante sensibles a los cambios en el aire de la mina. Por ello, si parecían adormilados, sabían que había problemas, según indica la Biblioteca Pública de Denver. Estos animales, además, tenían una audición extremadamente buena. Que los ratones se dispersaran inesperadamente podía significar que las vigas de la mina se habían roto en algún lugar del pozo o que un derrumbe del techo era inminente.
Las jaulas servían para transportar ratones o canarios, que servían para detectar la presencia de gas venenoso en guerras y en minas de carbón. Crédito: Museo Imperial de la Guerra.
Estos son solo algunos de los ejemplos que muestran el potencial que los humanos han visto en delfines, ballenas, focas, caballos, camellos, perros, ratones o canarios para el transporte, las comunicaciones, la vigilancia, las labores de búsqueda y rescate y garantizar la seguridad en lugares que pueden resultar peligrosos. Sus habilidades, su fuerza, su resistencia, su agudeza y sus sentidos extremadamente desarrollados hacen de estos animales una gran ayuda en condiciones extremas.
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