Las casas de paja regulan la temperatura, tienen una gran aislamiento acústico y, al contrario de la idea general, son muy resistentes. Crédito: Studio 1984.

  • Tungsteno

Las casas de paja resucitan como tendencia de ahorro energético

La crisis de la COVID-19 nos ha obligado a repensar los espacios que habitamos y la sostenibilidad parece ser el ingrediente clave del futuro de la vivienda. Como máximo exponente de esta tendencia, las casas pasivas utilizan materiales reciclables y optimizan el gasto energético sin renunciar a la comodidad, el diseño o la seguridad.

ANTONIO LÓPEZ | Tungsteno

La súbita crisis económica debida a la pandemia ha dejado en el paro a muchos habitantes de grandes ciudades, que ahora se plantean buscar empleo y establecerse en el mundo rural. En esa coyuntura, sumada a la de emergencia climática, las nuevas formas de edificación cobran relevancia: el consumo energético se convierte en una cuestión prioritaria, después de pasar tanto tiempo en casa por el confinamiento, las restricciones y episodios climatológicos extremos (como la gran nevada que dejó en el centro de España la borrasca Filomena, a principios de 2021). A los espacios en los que vivimos les pedimos ahora que sean más cómodos y, además, que nos permitan esquivar los bandazos climáticos que vendrán sin arruinarnos económicamente.

En las viviendas pasivas, sin limitar las posibilidades del interior, la clave está en el diseño del exterior. El término casa pasiva o “passivhaus” (una traducción fonética del alemán) empieza a cobrar importancia a finales de los años 1970 en Alemania. Allí nace el Instituto Passivhaus en 1991 y el certificado oficial que pone el sello a las viviendas pasivas, o de consumo casi nulo, que cumplen determinados requisitos. El control de las pérdidas y ganancias térmicas es fundamental en estas viviendas, así como evitar los puentes térmicos: los puntos de encuentro de dos materiales por los que se puede escapar el calor o entrar frío. La ubicación de las ventanas, además, se elige estratégicamente para no convertirlas en puntos vulnerables, y enmascarados en ellas, se emplean vidrios con doble cámara aislante. Solo en España, las casas pasivas con certificado passivhaus evitan un consumo anual de 4,16 millones de kWh y dejan de emitir 792 toneladas de CO2 —una cantidad equivalente a lo que podrían absorber una superficie de bosque tan amplia como más de cinco veces el jardín de la zona verde más emblemática de la capital española: el Parque del Retiro de Madrid. Esa superficie equivale a 620 hectáreas, o a casi 900 campos de fútbol.

 

Con un mínimo impacto medioambiental y coste de materiales, la casa de paja es uno de los máximos exponentes de las viviendas pasivas. Crédito: EarthCraft Construction.

 

El mito de 'Los tres cerditos' y las casas de paja

Las casas pasivas suponen una oportunidad en medio de la crisis económica de la COVID-19 y un gesto de reconciliación con el medio ambiente. Despuntan como tendencia, por el menor coste e impacto ambiental de los materiales, las casas de paja. A pesar de que en el imaginario colectivo tenemos la idea de que la paja es un material frágil y combustible, cuando se dispone en forma de alpacas y se elimina el aire, su combustibilidad es mínima; y, además, las paredes hechas con paja se recubren de cal, arcilla o tierra para protegerlas aún más.

Las casas de paja tienen mucha más resistencia que en el cuento de Los Tres Cerditos. En la realidad, la construcción con estos materiales aguantaría igual los soplos del lobo y, lo que es más importante, las fluctuaciones climáticas. De hecho, en palabras de Mirco Zecchetto, arquitecto especializado en este tipo de viviendas: “Una casa de paja es más confortable, tiene mejor aislamiento térmico, con muros que respiran y no atrapan la humedad y con materiales sin emisiones tóxicas. Sin hablar de que la huella de carbono es prácticamente inexistente”.

 

Ahorrar energía en la construcción y el uso de la casa

Las casas de paja buscan conseguir un espacio estanco para mantener la temperatura y regulan el aire con un sistema de filtrado y ventilación que evita la pérdida de calor. Esa estanqueidad implica, además, un excelente grado de aislamiento acústico. La arquitecta Eve Blanco, que construye este tipo de viviendas en Asturias, utiliza este material porque aumenta la capacidad térmica de la vivienda de manera natural, lo que permite prescindir de la calefacción y el aire acondicionado. Para optimizar el consumo energético, las casas que construye cuentan con un invernadero que capta la radiación solar y ahorra así entre un 30% y 40%.

La paja es el residuo de distintas actividades agrícolas de cultivo, lo que la convierte en un material muy barato y que, además, está disponible en gran parte del mundo. Según calculan en Meta 2020 “Para la producción de fardos de paja y el transporte de los mismos a la obra, se necesita mucha menos energía que para la producción de otros materiales aislantes, hasta 77 veces menos que para la producción de lana mineral, por ejemplo”.

 

La producción de fardos de paja y su transporte para la construcción de viviendas requiere mucha menos energía que otros procesos constructivos. Crédito: Wikimedia Commons.

 

El reto de conseguir abaratar su construcción

La existencia de redes de construcción especializadas, como la asociación European Strawbale Network (Red Europea de Construcción con Fardos de Paja) o la Red de Construcción con Paja en España ponen de manifiesto el auge que vive este material. Y es que no es para menos, porque entre sus bondades, tal y como explica el estudio de arquitectos especializados Meta2020, la paja es un material “transpirable, saludable, regulador de la humedad, muy versátil, fácil de trabajar”.

Esta tendencia recupera uno de los métodos más antiguos para crear hogares. La humanidad lleva miles de años construyendo casas con paja y barro, pero la paja empacada como material moderno de construcción surge en el siglo XIX, con el invento de la máquina embaladora. Y su renacimiento en las últimas décadas como técnica de edificación más ecológica se apoya en esas ventajas de eficiencia energética, y apela también al sentimiento de volver a lo ancestral, así como a la no implicación de sustancias tóxicas en el proceso.

Sin embargo, de todas sus potencialidades, el coste es la principal barrera para la popularización de las casas de paja. Aunque podrían ser más baratas que las convencionales, en la práctica esto solo es cierto si se opta por la opción de la autoconstrucción. Algunos futuros propietarios realizan cursillos para aprender a levantar muros de paja y así abaratar el coste de su vivienda, porque si no, es comparable al de una casa de ladrillos y cemento, o incluso más caro. La realidad de este prometedor sector es que, hoy por hoy, es un nicho de mercado, con pocos profesionales y pocas empresas especializadas en usar la paja como material de construcción.

· — —
Tungsteno es un laboratorio periodístico que explora la esencia de la innovación. Ideado por Materia Publicaciones Científicas para el blog de Sacyr.

 

  • Viviendas
  • Construcción
  • Sostenible

Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos. Clica AQUÍ para más información. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón "Aceptar" o configurarlas o rechazar su uso clicando.

Declaración de cookies

Estas cookies son necesarias para que el sitio web funcione y no se pueden desactivar en nuestros sistemas. Estas cookies no guardan ninguna información personal identificable.

Nombre Proveedor Propósito Caducidad Tipo
LFR_Sesión_STATE_* Liferay Administra la sesión como usuario registrado Session HTTP
GUEST_LANGUAGE_ID Liferay Determina el idioma con el que accede, para mostrar el mismo en la próxima sesión 1 year HTTP
ANONYMOUS_USER_ID Liferay Administra la sesión como usuario no registrado 1 year HTTP
COOKIE_SUPPORT Liferay Identifica que es necesario el uso de cookies para el funcionamiento del portal 1 year HTTP
JSesiónID Liferay Administra el inicio de sesión e indica que está usando el sitio Session HTTP
SACYRGDPR Sacyr Utilizada para gestionar la política de cookies Session HTTP

Estas cookies nos permiten contar las visitas y fuentes de circulación para poder medir y mejorar el desempeño de nuestro sitio. Nos ayudan a saber qué páginas son las más o menos populares, y ver cuántas personas visitan el sitio. Toda la información que recogen estas cookies es agregada y, por lo tanto, anónima.

Nombre Proveedor Propósito Caducidad Tipo
_gat Google Se utiliza con fines estadísticos y analíticos para aumentar el rendimiento de nuespos Servicios Session HTTP
_gid Google Se utiliza para almacenar y actualizar un valor único para cada página visitada Session HTTP
_ga Google Se utiliza con fines estadísticos y analíticos para aumentar el rendimiento de nuespos Servicio Session HTTP