La financiación asociada a proyectos comprometidos con el medioambiente y con la sociedad ya forma parte del ámbito de negocio de Sacyr, ya que responde a dos hitos relevantes de nuestro Plan Estratégico 2021-2025: situar la sostenibilidad como piedra angular de las actuaciones de la compañía y reforzar el compromiso de reducción de la deuda neta con recurso.
“A día de hoy en el mundo financiero ya se ha convertido en una condición necesaria esa conciencia medioambiental en las empresas”, explica Pablo Otero, Director Financiero de Holding en Sacyr. “La comunidad financiera mundial nos exige a todas las empresas que invirtamos en proyectos verdes, sociales y sostenibles, y por tanto a día de hoy no sólo se tiene en cuenta la rentabilidad de los proyectos, sino que redunden en el bienestar medioambiental y social”, subraya Otero.
Hay dos tipos de financiación verde:
i) una en la que la compañía que lo solicita se compromete a utilizar la misma para financiar exclusivamente proyectos con un impacto medioambiental y/o social positivo, o también los llamados préstamos o bonos verdes (green loans/bonds);
ii) y otra, en el que las líneas de crédito ESG (medioambiental, social y de buen gobierno) están vinculadas a la actuación sostenible de la compañía y su evolución. El tipo de interés en este último caso está relacionado con la puntuación ESG otorgada y con el cumplimiento de unos KPIs relacionados con aspectos sostenibles o sociales a futuro, como por ejemplo en los préstamos sostenibles (sustainability-linked loans).
En estos, la compañía manifiesta un compromiso público con la sostenibilidad, pero el dinero no se destina directamente e a proyectos sostenibles sino a empresas comprometidas con el medioambiente y economía circular.
Los evaluadores de riesgos ambientales en las carteras de inversión de las organizaciones en los bancos ya califican: la reducción de emisión de CO2; el uso de materias primas y/o equipos productivos no contaminantes; la formación en materias de seguridad a los empleados, la realización de auditorías internas relacionadas con seguridad y salud,la producción de productos sostenibles, reciclables; etc.
“Podemos tener diferentes calificaciones en este sentido para los distintos proyectos que financiamos para un proyecto en particular y luego una calificación corporativa para el Grupo. En todo caso, la calificación tiene que ser lo más alta posible como empresa para cumplir los parámetros mínimos exigidos por la comunidad financiera”, explica Otero. “En los últimos años en Sacyr estamos plenamente comprometidos por obtener las mejores calificaciones tanto a nivel de proyecto como a nivel corporativo”.
Planta de alperujo de Puente Genil de la que obtenemos biomasa.
De las últimas financiaciones cerradas en los últimos años en Sacyr, muchas han obtenido la calificación verde o social. En el último año hemos cerrado cuatro financiaciones especialmente relevantes:
- La operación de titulización sobre los contratos de operación y mantenimiento de Sacyr Industrial Operación y Mantenimiento (SIOM) a nueve plantas de cogeneración, biomasa y tratamiento del alperujo
-La operación de financiación sobre Valoriza Servicios Medioambientales
- El bono social de Montes de María, gracias al cual Sacyr Concesiones ganó el premio LatinFinance en la categoría de mejor financiación en moneda local por la emisión de este bono.
-Primera emisión en América Latina de un bono social ligado a un proyecto de infraestructuras, la vía Puerta de Hierro-Cruz del Viso (Colombia).
Comienzos de la financiación verde
La historia de los bonos verdes se remonta a 2008, cuando el Banco Mundial emitió el primer bono verde a petición de un grupo de fondos de pensiones suecos que buscaban invertir en proyectos sobre el clima.
El incremento en la demanda llevó a distintos organismos a plantearse la necesidad de crear un marco que definiese la financiación sostenible, y en 2017 la Asociación Internacional de los Mercados de Capitales, ICMA (por sus siglas en inglés), publicó un proyecto pionero denominado Los principios de los bonos verdes (Green Bond Principles, los GBP) que diseñaba una guía de recomendaciones prácticas para promover la transparencia y la divulgación de información respecto de la emisión de bonos verdes.
Así se facilitaba un marco de características que las entidades podían utilizar para emitir estos instrumentos, y se promovía la divulgación de información que ayudase a los inversores a evaluar el impacto ambiental de sus inversiones.
La Comisión Europea también ha lanzado un ambicioso proyecto denominado Plan de Acción para una economía más ecológica y limpia, que persigue examinar cómo integrar la consideración de sostenibilidad en el marco europeo de regulación financiera. La creación de un estándar de mercado para la emisión de bonos verdes es uno de los objetivos que persigue el Plan de Acción.
Mercado bursátil
No solo los financiadores buscan financiar proyectos sostenibles o empresas comprometidas con el medioambiente sino también los inversores en equity.
“Desde el 2021 nos hemos propuesto mejorar en las agencias de rating que otorgan una calificación a las empresas en materia de sostenibilidad con el fin de mostrar los grandes avances de la compañía y a su vez ayudar a nuestros grupos de interés (accionistas, inversores, analistas…) a la comprensión y comparabilidad del desarrollo de la compañía en los diferentes aspectos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo”, explica Alberto Gárgoles, responsable de relación con inversores de Sacyr.
El año pasado ha sido muy relevante para Sacyr, ya que de manera proactiva hemos decidido dar respuesta a algunos de los cuestionarios mejor valorados por el mercado: Sustainalytics, Standard & Poor’s, MSCI y Carbon Disclosure Project (CDP).
“En todas esas agencias hemos recibido una calificación alta, destacando como referentes del sector en algunas de ellas, lo que nos ayuda a ganar más confianza entre nuestros accionistas e inversores, mejorando la percepción que tiene el mercado de la compañía”, explica Gárgoles.
Según la evaluación realizada en junio por el Sustainalytics ESG Risk Rating, Sacyr es la empresa más sostenible del sector de infraestructuras y construcción de España y la quinta a nivel mundial de las más de 280 compañías analizadas,
Este rating, elaborado por Sustainalytics, filial de Morningstar, evalúa el desempeño en materia de sostenibilidad de más de 20.000 empresas en todo el mundo. “Los factores analizados incluyen distintos componentes medioambientales, sociales y de gobierno corporativo”, subraya Gárgoles.
Sobre S&P
Sacyr se encuentra entre las empresas más sostenible del sector de infraestructuras y construcción a nivel mundial, según la evaluación realizada por Standard & Poor's, a través de su cuestionario CSA (Corporate Sustainability Assessment). La puntuación ha sido de 66 puntos, situando a Sacyr en el percentil 90 y logrando superar la puntuación de 2020 en 38 puntos.
Pero todavía queda camino por recorrer en cuanto a financiación sostenible. Como desafíos pendientes en nuestro país, desligar de la financiación pública a sectores que dependen de los combustibles fósiles y disminuir de forma paulatina los precios de las renovables, ya que si son más elevados que los de las energías fósiles, el interés empresarial seguirá cayendo.