El colapso de puertos y la escasez de barcos contenedores pueden provocar retrasos en los pedidos de Navidad. Crédito: Unsplash.

Así se gestó la crisis que amenaza los regalos de Navidad

Si en condiciones normales un buque contenedor que va de Asia a EE UU tarda dos semanas, ahora pasan 70 días desde que un producto sale de fábrica hasta que llega a tienda. La crisis global en la cadena de suministro amenaza con provocar retrasos en algunos pedidos de Navidad.

ISABEL RUBIO ARROYO | Tungsteno

 

Una Navidad sin regalos. Aunque este fatídico escenario a priori parece imposible, podría darse si se produjera un gran parón en la logística mundial. Ahora la crisis global de chips, el aumento de la demanda y el colapso de los puertos amenazan con poner en peligro si no esta festividad, algunas ilusiones depositadas en ella. Analizamos el por qué de está crisis, si es posible que se retrasen algunos pedidos y si esta situación puede encarecer los precios de algunos productos.

 

De la escasez de contenedores al colapso de puertos

 

La demanda de buques contenedores se ha disparado este año, alcanzando las cifras más altas a lo largo de la historia. En el primer semestre de 2021 creció un 790% con respecto al mismo periodo de 2020, según la consultora VesselsValue. Entre las posibles causas de este aumento, la consultora señala el accidente de uno de los cargueros más grandes del mundo. El pasado 23 de marzo el Ever Given quedó encallado en el Canal de Suez. Tras este incidente, en teoría algunos empresarios preferirían optar por los buques medianos y no por los grandes.

A la escasez de contenedores se suma el atasco de algunos puertos de China y EE UU provocado, en parte, por brotes de COVID-19. Stavros Karamperidis, profesor de economía marítima de la Universidad de Plymouth, explica que China tiene ocho de los diez puertos más activos del mundo y están funcionando a una capacidad muy inferior a la normal debido a las restricciones por la pandemia. “Desde Shanghai hasta Hong Kong y Xiamen, los barcos hacen largas colas para descargar”, asegura.

Jim Bureau, director ejecutivo de la tecnológica Jaggaer, una empresa estadounidense especializada en adquisiciones asegura que China es un componente importante de la cadena de suministro global: “Cualquier cierre o demora de China tiene el potencial de retrasar los productos terminados dos o tres niveles". Pero el problema va más allá del país asiáticoPor ejemplo, la costa oeste de Estados Unidos “también está experimentando una gran congestión”. El incremento de las compras durante la pandemia y la falta de transportistas y camiones han provocado el caos en las terminales de los puertos de Los Ángeles y Long Beach, por donde entra el 40% de contenedores a Estados Unidos.

 

La demanda de buques contenedores se ha disparado en el primer semestre de 2021, según la consultora VesselsValue. Crédito: Maersk Mc Kinney Möller & Marseille Maersk.

 

¿Y si los regalos no llegan o son más caros?

 

En los últimos meses, el pánico provocado por un posible desabastecimiento ha agravado el colapso de los puertos y las cadenas de suministro. "De repente, los minoristas y los fabricantes están haciendo pedidos en exceso debido a estos problemas de la cadena de suministro, y eso está conduciendo esencialmente a un escenario aún peor", afirma Jonathan Savoir, director ejecutivo de la firma de tecnología de la cadena de suministro Quincus. Debido a la acumulación de contenedores en los puertos, los buques están pasando más tiempo en ellos de lo habitual para descargar y partir. Esto provoca interrupciones en los horarios de las líneas marítimas y reduce aún más la disponibilidad de los buques.

Esta situación amenaza con provocar retrasos en los pedidos. El viaje de un contenedor desde Asia a Estados Unidos generalmente tarda solo dos semanas, según Peter Sand, analista jefe de envíos del organismo de Bimco. Pero en este momento están pasando unos 70 días desde "que el producto sale del sitio de fabricación hasta que llega al punto de venta en Estados Unidos". Esto significa que, incluso si un juguete popular sale de China hoy, puede no llegar a las tiendas de Estados Unidos o Europa a tiempo para Navidad. Además, la falta de chips ha puesto en apuros a toda la industria tecnológica, provocando retrasos en la fabricación y el lanzamiento de ordenadores, móviles o consolas.

 

La crisis en la cadena de suministro alarga al tiempo que tarda en llegar un paquete a su destino. Crédito: Unsplash.

 

La escasez de contenedores también ha provocado que las tarifas de envío se eleven “por las nubes”, según Karamperidis. Las compañías navieras ahora cobran tarifas de flete más altas para cubrir el costo. Aunque algunas compañías buscan itinerarios y modos de transporte alternativos para que los productos lleguen a las tiendas —por ejemplo, aviones o trenes—, los problemas de distribución están afectando simultáneamente a la mayoría de partes de la cadena de suministro.

“Las cosas que toman más tiempo tienden a costar más, por lo que verse obligado a tomar decisiones para cambiar los itinerarios de los barcos y quedar atrapado en puertos congestionados puede ser costoso para las líneas navieras”, afirma Charlotte Cook, directora comercial en VesselsValue. Además, los minoristas realizan la mayor proporción de sus ventas en Navidad: “Si tienen dificultades para obtener suficientes existencias y los márgenes de ganancia disminuyen, podríamos ver un aumento de precio que repercute en el consumidor”.

Aún es pronto para saber hasta qué punto este colapso en la cadena de suministro afectará a una festividad que, si por algo se caracteriza, es por los regalos. “Cuanto más dure esta crisis del transporte marítimo, más problemas tendrá la Navidad”, afirma Karamperidis. Es probable que se produzcan retrasos en las entregas y se cuelguen letreros de “agotado” junto a productos que suelen viajar entre continentes: desde ropa a juguetes o productos tecnológicos. Comprar los regalos lo antes posible, optar por minoristas locales o acudir a tiendas físicas son algunas de las claves para impedir que esta crisis mundial arruine la Navidad.

 

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Tungsteno es un laboratorio periodístico que explora la esencia de la innovación. Ideado por Materia Publicaciones Científicas para el blog de Sacyr.

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